DESCUBRE LAS VIEJAS LEYENDAS DE SEAT; SEAT 133

En cuanto a los modelos de Seat , se pueden destacar viejas glorias que marcaron tendencia en sus respectivas épocas, uno de ellos, el Seat 600; lo que hizo que otros modelos de la marca no tuvieran tanta repercusión en el mercado. Un ejemplo lo encontramos en el Seat 133, que coincidió en el mercado con dos superventas.

El seat 133 se empezó a comercializar en 1974, con la principal función de sustituir al Seat 850, puesto que era un coche más pequeño y económico.

El otro referente del 133 era el llamado “ocho y medio”; del que contaba con la base motriz y el chasis, lo que hizo que se pareciera más de lo debido, siendo su mayor diferencia los grupos ópticos cuadrados.

Continuando con ciertos detalles del 850, conservaba la composición del “todo atrás”, con tracción trasera y el motor colocado detrás de este mismo eje. Se llegó a comercializar con tres variantes: la primera con 34 CV, que funcionaba con gasolina de 85 octanos, la segunda empleaba la de 96 octanos y contaba con 37 CV, y la última versión que poseía un carburador diferente y llegaba hasta los 44 CV.

En todas las versiones descritas anteriormente se contaba con un cambio manual de cuatro velocidades. De su aceleración solo se tienen datos de que no era exageradamente rápido y que la máxima velocidad que llegaba a alcanzar era de 120 km/h en el caso de las versiones con menor potencia y la velocidad de 129 km/h en la gama más alta.

INTERIOR DEL SEAT 133

El habitáculo a día de hoy podría considerarse antiguo, pero en aquella época tampoco era un prodigio.

Contaba con un volante fino de dos radios, tras el cual se encontraba un cuadro de instrumentos compuesto básicamente por un velocímetro y que mostraba el nivel del depósito de gasolina en la parte inferior. También tenía dos salidas de ventilación en el salpicadero y tres interruptores en la zona central completaban el conjunto.

El Seat 133 permaneció en el mercado hasta 1981, pero no llegó a tener tanto existo como el modelo que le precedió. El motivo principal radica en el precio, puesto que este no fue tan económico como se especulaba, lo que lo acercaba más al modelo 127 y cuyos compradores podían permitirse debido a la situación económica en la que se encontraba el país en aquella época.